Día Internacional de la Seguridad Informática: la asignatura pendiente de los españoles

El 30 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Seguridad Informática, una cita que nació en 1998 de la mano de la Association for Computing Machinery con el objetivo de enseñar a los usuarios prácticas que garanticen su seguridad online. Sin embargo, y según las últimas cifras del análisis del comparador de seguros Acierto.com, esta continúa siendo la asignatura pendiente de los ciudadanos y empresas españoles.

Sí, porque 9 de cada 10 usuarios no saben cómo crear una contraseña segura; y no solo eso, sino que la mayoría usa la misma para todas sus cuentas y no la actualiza nunca. Solo el 20% lo hace cada seis meses, y hasta 2 de cada 5 ignoran de forma consciente las actualizaciones de su equipo, un punto clave para evitar virus y otras malas prácticas. No es de extrañar que más de la mitad de los españoles se haya visto afectado por un problema de este tipo.

El gran protagonista es el malware, causante de 1 de cada 5 infecciones. El phishing (suplantaciones de identidad) ocupa el último puesto de la lista, con un 2% de los casos.

No obstante, el asunto cambia si hablamos de las empresas, cuyos incidentes más graves suelen estar relacionados con el ransomware y el robo de información en general. En el primero, el ciberdelincuente “secuestra” los equipos de la compañía y exige un pago para devolverlos a su normalidad.

La ciberseguridad en la empresa

El caso más acuciante es el de aquellas compañías que gestionan grandes volúmenes de información —hospitales, operadores con ingentes cantidades de datos de clientes, etc.—. Los ataques a empresas se han incrementado hasta un 60% durante el último año, especialmente los que tienen que ver con la filtración de datos y con las PYMES. Los delitos dirigidos a estas últimas han crecido hasta un 130% en el periodo referido.

Razón de más para contratar un seguro contra hackers o ciberseguro. Se trata de una póliza emergente que cubre al asegurado frente a este tipo de ataques con el objetivo de protegerle tanto online como offline, e incluye habitualmente coberturas por ciberataques pero también por robo y pérdida de archivos, incumplimiento de la LOPD, filtraciones de datos y similares.
Otras coberturas frecuentes —según entidad— son: pérdida de beneficios, gastos de defensa por multas, asistencia informática y acceso a un equipo de gestión de crisis.
En Estados Unidos, el 85% de las empresas medianas cuenta con un ciberseguro de este tipo. Las que carecen de uno suelen alegar su coste. En España, las principales compañías que los contratan, por lo general, superan los 100 millones de euros de facturación anual.

Tras la implantación de la nueva normativa de protección de datos, el número de adeptos a estos seguros está creciendo y cada vez son más las aseguradoras que ofrecen planes a medida.
Respecto a los riesgos más frecuentes: robo de identidad, fraudes “amistosos” (el cliente se queda el producto a coste cero tras alegar compra no autorizada), reshipping (compra con tarjeta robada y uso de “mula”), account takeover (robo de credenciales del cliente), etc. La triangulación nociva también es habitual: el cliente compra en una tienda pirata, que reencarga el producto a una tienda legal pagando con tarjeta robada.

Dicho lo cual, un ciberseguro no debe sustituir la implantación de medidas de seguridad ni la educación de los empleados. No basta con mitigar los efectos de un ciberataque: hay que prevenir con protocolos claros y planes formativos.

Si en casa hay menores, te recomendamos estos 4 consejos para proteger a tus hijos en Internet.Y es que, finalmente, son esos usuarios que ignoran cómo crear contraseñas seguras los que también forman parte del entramado empresarial.

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